Beneficios de la Neurodanza

La mejor forma de llegar a nuestro subconsciente, es a través de nuestro movimiento. Nuestros movimientos pueden llevarnos a conocer y desbloquear las falsas creencias que limitan nuestra vida, los pensamientos que nos bloquean o las heridas que condicionan la vida que vivimos, conocernos a través de la Neurodanza nos ayudará a superarlos.

Qué es la Neurodanza

La Neurodanza es una disciplina que ofrece movimientos llenos de sentido existencial asociados a músicas precisas, que desarrollan potenciales como la vitalidad, la creatividad, lo masculino y lo femenino, la sexualidad, la afectividad, la trascendencia y la conciencia.
Cada uno de estos potenciales consta de movimientos y ejercicios existenciales llenos de conciencia, que permiten romper los patrones y actitudes que nos limitan, logrando de esta manera liberar tensiones y conflictos, desarrollando la estima personal, la seguridad y la confianza, el amor por los demás y por la naturaleza. De esta forma, mejoramos áreas tan fundamentales como la pareja, la familia, el trabajo, el dinero o la salud.

Ventajas de la Neurodanza

En base a los potenciales de Neurodanza podemos destacar los siguientes beneficios entre los muchos que ofrece:

– El potencial vital: elimina tensiones acumuladas, desarrolla cualidades físicas y motoras, mejora las capacidades psicomotrices y nos aporta más energía y sensibilidad para afrontar el día a día.
– El potencial creativo: mejora la creatividad y nos refuerza para que seamos nosotros mismos.
– El potencial masculino y femenino: nos ayuda a conciliar la vida personal y laboral, a alcanzar nuestros objetivos, a potenciar actitudes masculinas y femeninas para mejorar nuestras relaciones en todas las áreas de nuestra vida.
– El potencial afectivo: aumenta la autoestima con uno mismo y con los demás, mejora las relaciones y la comunicación con las personas de nuestro entorno más cercano, mejora sentimientos como el cariño, el amor y la amistad, y aumenta la capacidad de nuestro sistema inmunológico.
– El potencial de la transcendencia: nos permite llegar a la armonía con nosotros mismos, con los demás y con la naturaleza, desarrollando la conexión con nuestro propio ser.
– El potencial de la conciencia: nos permite conocer lo que nos sucede en nuestra vida y cambiar nuestra realidad.